El 48 por ciento de las personas entre 18 y 35 años preferirían ser gobernadas por un régimen militar más que por un político democráticamente electo. Este es el resultado de una encuesta que Open Society Foundations hizo, hace unos meses, en 30 países, México incluido.
Los jóvenes parecen estar desencantados del sistema democrático y prefieren alguien que mande con autoridad, sin la monserga de las elecciones ni la locuaz banalidad de los políticos. No un Pinochet, más bien eso que el filósofo inglés Jeremy Bentham llamaba un “autócrata benévolo”, o lo que proponía Jorge Luis Borges para la Argentina de su tiempo: “un amable dictador suizo”.
Un gestor que organice el Estado, que reparta el juego y, sobre todo, que proteja a los ciudadanos pues, casi la mitad de la juventud, y de los adultos de hasta 35 años, antes que la libertad prefieren la seguridad. El economista Mario Draghi, un técnico que capitaneó el gobierno de Italia antes de la llegada de Giorgia Meloni, podría parecerse a lo que le gustaría a esa franja, crucial, de la población.
Esta circunstancia ayuda a entender el corrimiento hacia la derecha que experimentó la Unión Europea hace una semana. A esto hay que añadir lo lejos que le quedan a la juventud los fantasmas de la izquierda (Vietnam, Cuba, Nicaragua, los jipis) y las atrocidades de la extrema derecha (cuyo tótem sería Hitler).
Los jóvenes ya no dividen el mundo entre izquierda y derecha, la izquierda europea ha perdido su universalismo, está entregada a la identidad y a los derechos de minorías cada vez más pírricas, mientras que la derecha trata de compatibilizar su conservadurismo con el demonio desatado del liberalismo y, en este torbellino, es la extrema derecha la que ofrece resistencia efectiva frente al gran temor contemporáneo que es la inseguridad que encarna la inmigración islámica, de la que esa franja de la población sólo conoce sus horrores.
El auge de la extrema derecha en Europa no es ninguna casualidad, es la consecuencia de la suma de las incapacidades de la izquierda y la derecha, que siguen pensando que viven en la era de los pinches jipis.
Milenio, Ciudad de México / 17.06.2024 02:21:31
https://www.milenio.com/opinion/jordi-soler/melancolia-de-la-resistencia/la-ultraderecha