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Lunes, Febrero 03, 2025

Con el propósito de formar ciudadanos con una identidad y desarrollo definidos, el Sistema Educativo Mexicano ha transitado por diversos modelos educativos; sin embargo, el modelo de desarrollo neoliberal adoptado a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, generó rezagos en la educación. Producto de una formación centrada en los resultados y no en los procesos, los resultados se vieron reflejados en altos índices de deserción, escasas oportunidades de acceso para las personas de bajos recursos y un índice bajo de eficiencia terminal, entre otros.

La emergencia sanitaria que provocó la pandemia del Covid-19, cambió radicalmente las estrategias de enseñanza en los Sistemas Educativos afectando y transformando notablemente los contenidos curriculares, la formación y desempeño docente, así como la organización de las actividades escolares en los centros educativos. Los desafíos educativos actuales son distintos a los del pasado inmediato; las formas y el papel de los procesos educativos se han modificado.

Los constantes cambios en las dimensiones económicas, tecnológicas, políticas y culturales en la sociedad actual, han trastocado significativamente las formas y organización de la enseñanza y el aprendizaje en las aulas. El vertiginoso avance de la tecnología aplicada a la educación implica una reconceptualización de la enseñanza y el aprendizaje, así como el surgimiento de nuevas estrategias metodológicas para el trabajo en el salón de clases, lo que genera nuevos estilos en el desarrollo y aprendizaje de los contenidos en los centros escolares.

La incorporación de nuevas herramientas vinculadas a las tendencias estructurales del modelo de desarrollo basadas en el uso intensivo de las tecnologías de la información, han reorientado significativamente los procesos formativos tradicionales dando como resultado importantes transformaciones en el ámbito educativo. La educación ya no puede estar dirigida a la transmisión de conocimientos y de información sino a la capacidad de producirlos y de utilizarlos.

La revolución digital provocada por la globalización y los avances acelerados en la tecnología, han generado cambios significativos en la conectividad y las relaciones interpersonales, que a su vez han originado sociedades del conocimiento; estos procesos se convierten en retos que demandan a los profesores y a los estudiantes contar con las competencias necesarias para afrontarlos, por ello, es esencial la capacitación constante, de lo contrario, tanto profesores como estudiantes, serán relegados en la carrera hacia el progreso. Esta situación ha contribuido al aumento de la vulnerabilidad emocional en los sujetos, que se expresa de distintas maneras: depresión, ansiedad, bajo rendimiento académico, entre otras alteraciones (Villalobos:2023).

Estos acontecimientos han alterado nuestras emociones, sentimientos y formas de pensar el mundo y la vida. En este sentido, la educación socioemocional representa una alternativa para aminorar las tensiones tanto en la escuela, como en la casa y la sociedad.

La educación socioemocional puede convertirse en un factor determinante para encontrar soluciones a los diversos conflictos. Se deben implementar procesos desde una perspectiva que, a la vez de generar conciencia individual y colectiva, reorienten los valores para disminuir los factores estructurales y coyunturales que generan tensiones emocionales para generar una formación integral que favorezca el desarrollo sostenido de las comunidades.

EDUCACIÓN SOCIOEMOCIONAL

La educación socioemocional, es un enfoque pedagógico que busca desarrollar competencias como la autorregulación emocional, la empatía, el trabajo en equipo y la resolución pacífica de conflictos. Estas habilidades son esenciales no solo para el bienestar individual, sino también para fomentar una convivencia armónica en las aulas y las comunidades.

En México, la reforma educativa de 2017 incorporó la educación socioemocional como parte del currículo nacional de la educación básica, reconociendo su impacto en el desarrollo integral de los estudiantes. En el Sistema Educativo Mexicano, se orientó a la formación integral de los sujetos a partir del desarrollo de cinco dimensiones:

  1. El autoconocimiento, incluye la atención, la conciencia de las propias emociones, la autoestima, el aprecio, gratitud y el bienestar.

  2. La autorregulación, se refiere a la Meta cognición, a la expresión de las emociones, la autogeneración de emociones para el bienestar y la perseverancia.

  3. La autonomía incluye la iniciativa personal, la identificación de necesidades y búsqueda de soluciones, el liderazgo y apertura, la toma de decisiones y compromisos y la autoeficacia.

  4. La empatía, abarca lo referente al bienestar y el trato digno hacia otras personas, la toma de perspectiva en situaciones de desacuerdo o conflicto, el reconocimiento de prejuicios asociados a la diversidad, la sensibilidad hacia personas y grupos que sufren exclusión o discriminación y el cuidado de otros seres vivos y de la naturaleza.

  5. La colaboración, incluye la comunicación asertiva, la responsabilidad, la inclusión, la resolución de conflictos y la interdependencia.

Representa “…el conjunto de conceptos, habilidades, actitudes y valores que les permiten a los estudiantes identificar, comprender y manejar sus emociones para construir su identidad personal; al tiempo que cuidan a los demás, son colaborativos y establecen relaciones sociales positivas, con el fin de tomar decisiones responsables y asumir una postura constructiva y ética…” (SEP:2017).

Como se aprecia, en el proceso de aprendizaje está presente la esfera subjetiva de los estudiantes que se integra por las emociones, sentimientos, actitudes, valores, creencias, que a su vez se entretejen con los procesos cognitivos, con las actitudes y con las habilidades y destrezas. De ahí que muchas veces estos elementos subjetivos facilitan o interfieren los procesos de aprendizaje, además, con las interacciones y comunicaciones en el aula se construye la intersubjetividad, donde también el docente expresa sus emociones, sentimientos, valores y creencias, y se genera un entramado captado por la mente inconsciente de los diferentes actores, en la escuela no solo se adquieren conocimientos. En este sentido, el ámbito escolar es un sistema complejo en el que la subjetividad de cada uno de los integrantes del sistema incide en las interacciones de los demás elementos de este y en la naturaleza misma de dichos elementos (Villalobos:2023).

En Chiapas, persisten profundas desigualdades sociales y educativas. Según datos de CONEVAL, más del 70% de la población vive en condiciones de pobreza, lo que impacta directamente en las oportunidades de desarrollo integral, particularmente en los niños y jóvenes. En este contexto, la educación socioemocional emerge como una estrategia para enfrentar los retos que limitan el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes, especialmente en comunidades rurales e indígenas.

Un informe de la UNESCO (2021) señala que la educación socioemocional es particularmente relevante en regiones como Chiapas, donde los contextos de pobreza, violencia y discriminación pueden generar entornos escolares adversos. En tales escenarios, los estudiantes no solo enfrentan desafíos académicos, sino también barreras emocionales que dificultan su aprendizaje y desarrollo personal.

La educación socioemocional puede convertirse en una herramienta poderosa para transformar las escuelas y, por extensión, las comunidades. Al desarrollar habilidades emocionales y sociales, los estudiantes no solo mejoran su rendimiento académico, sino que también adquieren las herramientas necesarias para construir relaciones más saludables y resolver conflictos de manera pacífica. Es necesario que las autoridades educativas estatales orienten sus acciones con tres acciones fundamentales:

  1. Capacitación docente continua: Los maestros son actores clave en la implementación de programas de educación socioemocional.

  2. Alianzas con comunidades: La participación de líderes locales garantiza la pertinencia cultural y lingüística de los contenidos.

  3. Inversión sostenida: Es necesario destinar recursos específicos para garantizar la implementación y permanencia de los proyectos que se implementen.

En un estado como Chiapas, donde los desafíos educativos y sociales son tan complejos, la educación socioemocional representa una esperanza para construir un futuro más equitativo y pacífico. Al priorizar el bienestar emocional de los estudiantes, estaremos fortaleciendo no sólo su presente, sino también el desarrollo integral de las comunidades.

Diario Media Group

Estrategias y tendencias de la educación en la sociedad actual - Diario de Chiapas

https://diariodechiapas.com/opinion/estrategias-y-tendencias-de-la-educacion-en-la-sociedad-actual/

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“pálido.deluz”, año 11, número 171, "Número 171. Educación y sociedad: Valoración del primer cuarto del siglo XXI. (Diciembre, 2024)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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