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Jueves, Noviembre 07, 2024

En mayo, en medio de mis múltiples molestias que siempre recibe de buen agrado Joaquín Bustamante me informaba que estaba organizando la segunda edición de su Coloquio de Educación Ambiental.

Yo estaba saliendo de la experiencia de haber organizado mi Primer Festival de Restaur-Acción Eco-Arqueológica del Parque Nacional Los Remedios, área natural protegida que defiendo en mi lugar de residencia, Naucalpan, Estado de México.

Sabía de lo complicado que es echarse un compromiso tan grande y entrañable como hablarle a tu comunidad de medio ambiente, cuidado de la naturaleza, sustentabilidad.

Sensibilizar a la sociedad sobre estos temas es todo un reto, más si consideramos el deterioro del tejido social, pero ambos coincidimos en que la Educación Ambiental es una herramienta valiosa para lograrlo.

Joaquín le tiró alto, altísimo. El evento envolvía además una exposición con obras de nada más y nada menos que el muralista David Alfaro Siqueiros y una carrera atlética, es decir agregar cultura y deporte a un evento de carácter ambiental. El trinomio perfecto.  

Tuve la oportunidad de asistir a la inauguración y fue entrañable ver la casa de cultura municipal llena de gente de todas las generaciones interesada en la Exposición “Siqueiros, Huellas Digitales”. Funcionarios municipales me confesaron que nunca se había visto algo similar.

Hace más de 10 años una pareja de tórtolos amigos míos me invitaron a su boda en Puerto Peñasco, Sonora. Yo, con una pequeña de 5 años y otra de meses me resultó imposible asistir. Desde entonces me quedé con la espina de ir a ese lugar que describían paradisiaco en el desierto.

Asistir tanto a la exposición, como al Coloquio y la carrera, así como convivir con Joaquín Bustamante durante todas estas semanas me hizo darme cuenta de otra gran característica de Puerto Peñasco: la hermandad de su gente. No, no sólo es hospitalaria, se vive una hermandad que no he visto en ninguna parte.

Mi familia es de Oaxaca, se pelean por una cuando visito la Sierra Juárez, podría ir sin un quinto confiada en que habrá al menos tres invitaciones para cada horario de alimentos y la oportunidad de quedarse en una casa distinta cada noche, pero no, lo de la gente de Puerto Peñasco es mucho más intenso.

Vi el apoyo que en dos familias se dieron entre hermanas y hermanos para apoyar los proyectos, aspiraciones, planes o lo que en cualquier otra familia citadina se calificaría de “locuras” de una y un integrante de ellos.

Y no sólo eso, fui testigo de cómo dos amigos eran grandes hermanos en momentos tremendamente complicados para uno de ellos al nacimiento de una bebé con un diagnóstico complicado.

O un artista y genio inventando desde ricas recetas para un gran banquete para dar a desconocidos hasta maneras de hacer arte y cosas útiles con residuos inorgánicos urbanos. Es algo que ya no se ve en urbes tan enormes como la Ciudad de México.

¿Qué tiene el desierto que la sierra no tenga para generar esta cohesión entre familias y amistades? Creo que es la adversidad que da un ecosistema tan agreste la que los hermana tan estrechamente.

Dice El Principito “Lo hermoso del desierto es que en cualquier lugar esconde un pozo”. Puerto Peñasco es más que un pozo refrescante, es un paraíso que sólo puedes apreciarlo sintiendo y conociendo a su gente.

Tuve el honor de ser invitada a dar una conferencia en el Segundo Coloquio de Educación Ambiental “El Pinacate” al lado de decanos del ramo. Hablé sobre la correlación del deterioro ambiental y el deterioro del tejido social.

Decía Eduardo Galeano “la utopía está en el horizonte, camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá ¿entonces para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar”.

La educación ambiental es para mí la institucionalización de las utopías, busca recomponer este mundo, reconstruirlo, transformarlo, siempre caminando hacia el horizonte que se nos aleja pero al que no renunciamos llegar.

El primer paso, a mi consideración, para restaurar y transformar nuestro entorno es reconstruir el tejido social que a su vez se mejorará con Educación Ambiental. Estoy convencida de que ambos elementos nos ayudarán a alcanzar las metas, las utopías.

Antes de abordar el cómo hacerlo, les diré qué es “tejido social”. De acuerdo con el libro “Reconstrucción del Tejido Social. Una apuesta por la paz” es “la configuración de vínculos sociales e institucionales que favorecen la cohesión y la reproducción de la vida social y se determina por factores comunitarios, institucionales y estructurales” (Jesuitas por la Paz, 2016, p. 29)

Los comunitarios que van desde la familia, la pareja, el vecindario, la comunidad inmediata. En Ciudades como la de México hemos perdido hasta la sana costumbre de decir “buenos días”.

Los institucionales que no son otros que nuestras interacciones con todos los representantes del Estado Mexicano desde el policía de calle hasta las diversas instancias municipales, estatales y federales. Sabemos perfectamente que lo más común, ‘normal’ es vivir experiencias no gratas en estas interacciones.

Las estructurales que como mencioné antes han sido impuestos desde afuera y que se han establecido en una serie de políticas económicas, sociales y culturales impuestas desde los gobiernos y las entidades de Estado.

Un ingrediente fundamental para alcanzar buen puerto en la Educación Ambiental y en la reconstrucción del Tejido Social es la creatividad colectiva.

Encuentros como este, el Segundo Coloquio Ambiental 2022, “El Pinacate son los que permiten esa creatividad. No vengo aquí a dictar, sino a preguntar ¿en qué les apoyo? Es estimulante ver a personas de todas las edades, de todos los gremios, a los estudiantes, todas y todos interesadas e interesados en lo que aquí se diga. Sólo me permitiré unos tips:

Saber frente a qué problema estamos para entonces resolverlo. El problema es la Crisis Climática ¿qué la causó? El modelo económico que se impuso globalmente y es conocido como neoliberalismo, el que privilegió la dimensión económica de unas supuestas mejoras en el desarrollo de la humanidad, pero que a su vez impactaron negativamente en el tiempo destinado a la convivencia familiar y con nuestras comunidades, además de precariedad laboral, disminución en la calidad de servicios sociales como la salud y la educación. Y algo más: contaminación de todo tipo.

Este modelo de desarrollo se alimentó de problemas estructurales ya existentes que se originaron con la colonización: racismo, clasismo, imposición de la concepción del mundo occidental, pero a su vez hay otro problema más añejo y antiguo: el patriarcado milenario que ha sido impuesto en la gran mayoría de territorios en el planeta.

Entonces las soluciones deben basarse en eliminar el patriarcado (somos todas y todos de forma horizontal y considerando las graves desventajas en las que históricamente se han encontrado las mujeres); el colonialismo (dejar de pensar en traer soluciones del ‘primer mundo’ – el más contaminante – para resolver los problemas ambientales de nuestra comunidad), y el neoliberalismo con su supremacía económica, individualista, desigual.

Este 2022, nuestro país se convirtió en el país más peligroso para quienes defendemos el medio ambiente. 54 defensores fueron asesinados a lo largo del 2021 de acuerdo con el informe de Global Witness. Todas ellas y ellos, las anteriores y las posteriores cayeron en resistencia y defensa de sus territorios, de todas y todos depende que sus muertes no sean en vano, que sus semillas germinen.

Mi utopía en la lucha ambiental es que dejemos de resistirnos, que tomemos pacífica pero masivamente las instituciones para que trabajen por y para todas y todos nosotros. Gracias Joaquín por compartir tu tierra, tu gente y tus grandes hazañas conmigo.

Referencias:

Jesuitas por la Paz, 2016, “Reconstrucción del Tejido Social: Una apuesta por la Paz”, Centro de Investigación y Acción Social, México.

Informe “Una Década de Resistencia”, Global Witness 2022, https://www.globalwitness.org/es/decade-defiance-es/

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“pálido.deluz”, año 10, número 150, "Número 150. Una mirada a Puerto Peñasco: Desarrollo y educación ambiental. (Marzo, 2023)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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